lunes, 11 de marzo de 2013

EL DIARIO DE TANYA


En el año 1941 durante el asedio alemán a Leningrado, actual San Petersburgo, una niña rusa de once años, Tatiana Sávicheva "Tanya" escribió un diario de nueve páginas, tan sólo nueve y desgarradoras páginas. Cada página es un autentico drama de aquel genocidio. Cada letra, cada palabra, está escrita como un grito de auxilio. Con una letra todavía sin formar, una letra de niña, "Tanya" intenta expresar su angustia, su hambre, su frío mortal, su miedo, su terror. En cada una de esas páginas sólo hay una frase con letras muy grandes que ocupan toda la página como si fuera un póster, como si "Tanya" quisiera gritar a los cuatro vientos lo que estaba sucediendo para pararlo. Parar esa locura irracional del ser humano. Parar esa paranoia aniquiladora genética. Cada página es el enunciado de una muerte. Sólo muerte. 

Durante el asedio nazi a Leningrado, el frío y el hambre causó un gran número de muertes. En la primera página de este diario "Tanya" escribió que Zhenia, su hermana, murió a las 12:30 el 28 de diciembre de 1941. En la segunda, la muerte de su abuela un mes después. En la tercera, la muerte de su hermano Leka. En la cuarta su tío Vasia. En la quinta su tío Lesha. En la sexta, su querida madre el 13 de mayo  de 1942. En la séptima la muerte de gran parte de su familia, los Sávichev. En la octava, escribió que murieron todos y en la novena y última página escribió "sólo quedó Tanya". 

"Tanya", consiguió sobrevivir hasta que en agosto de 1942 un grupo de niños fueron rescatados de Leningrado y trasladados a una aldea. Atormentada, muy debilitada y enferma por todo lo padecido, aguantó hasta julio de 1944, donde en un hospital de Shatkovki falleció.

“Tanya” fue más valiente que cualquier general que luchó absurdamente en esa guerra. Fue capaz de escribir lo que era más difícil para ella. Escribió lo que nadie se atrevió a escribir. “Tanya” es un ejemplo de amor, de valentía, de cohesión, de fuerza.

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