martes, 30 de abril de 2013

VÍSTEME DESPACIO QUE TENGO PRISA


Si ya lo dice mi abuela, que con cien años algo tendrá que decir: "hay más días que longanizas". Resulta, que ahora, en esta sociedad de "las prisas", del "eso para ayer", del "estoy siempre muy ocupada", del "no tengo tiempo para nada"… hay un movimiento super-mega-guay llamado Movimiento Slow. Joder, se han calentado la cabeza y han descubierto el Nuevo Mundo, que tíos más listos.

Basado en una hiper-mega-novedosa idea (no se lo cree ni él) de un tal Carl Honoré, que escribió "El elogio de la lentitud". Este movimiento nació en Europa hace pocos años y tiene cada vez más simpatizantes, especialmente en países desarrollados. Os podéis imaginar lo que estos cerebritos proponen.

En la comida, critican que cada vez se come más rápido, delante de un ordenador o televisión, sin mirar apenas lo que comes, ni con quién comes. Proponen, comer relajadamente, mirando y saboreando lo que comemos y bebemos. Sin prisas, con la familia… Pues tienen toda la razón, ahora le digo a los de mi trabajo que soy del Movimiento Slow y que me pegaré tres horas cada día para comer, con siestecita incluida claro.

Respecto a la mente afirman que hoy nuestro cerebro salta de un pensamiento a otro, siempre está activo, sin parar un sólo momento. Piensan que sería mejor desacelerar, nuestra salud mejoraría, tendríamos más calma interior y podríamos concentrarnos mejor para pensar de un modo más creativo. Totalmente de acuerdo. Ojalá algún día pueda desacelerarme, tal vez de vacaciones, sólo en una isla perdida con un "todo incluido", algo imposible hoy por hoy. 

Respecto al trabajo, apuestan como no podía ser menos, por trabajar menos horas. Dicen que ocupamos demasiado tiempo en el trabajo, promueven que las personas puedan manejar sus horarios. Que más quisiera yo poder cumplir esta premisa, sería hacer realidad un sueño.

En fin, así continua con diferentes aspectos de la vida. Conmigo tienen un ferviente seguidor del Movimiento Slow, sin haber descubierto nada, simplemente aplicando una lógica natural, muestran defectos de esta sociedad. Claro, que cualquiera diría que se olvidan de que el ser humano es codicioso, avaricioso, impetuoso y unos cuantos más …oso, por los siglos de los siglos.  

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