jueves, 5 de septiembre de 2013

ME QUITO EL CRÁNEO


Una constatación más de que los políticos de este país no piensan y rozan la imbecilidad, es que no dudan al tomar unas decisiones insufriblemente nefastas para la sociedad. El que no duda, no piensa.

Están creando un desastre social que va "in crecendo" y debido a su osada ignorancia no son capaces hacer otra cosa. Parecen papanatas y memos dando discursos con palabras llenas de la más absoluta certeza, pero la certeza es que son unos lelos, incapaces de hacer otra cosa que no sea restar y eliminar prestaciones sociales básicas, unas decisiones que hasta un churumbel podría tomar.

Parafraseando a Antonio Muñoz Molina, viene a decir que la casta política que gobierna en Madrid privatiza la sanidad, desguaza la escuela pública, despilfarra en tonterías el dinero de todos, recorta o elimina prestaciones sociales, ampara la corrupción, fomenta la incompetencia y el clientelismo, ahoga la investigación científica, favorece servilmente a los poderosos y esquilma a los débiles.

Además añade que la casta política que gobierna en Barcelona privatiza la sanidad, desguaza la escuela pública, despilfarra en tonterías el dinero de todos, recorta o elimina prestaciones sociales, ampara la corrupción, fomenta la incompetencia y el clientelismo, ahoga la investigación científica, favorece servilmente a los poderosos y esquilma a los débiles -y abandera triunfalmente la liberación nacional de Cataluña.

Ante semejante muestra de talento político sólo cabe el brindis de admiración del borracho de Luces de Bohemia:
-¡Me quito el cráneo!

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