martes, 22 de octubre de 2013

ESTO ES HOLLYWOOD


Pulula en el aire un virus que se extiende globalmente creando un mundo falso. Tenemos instaurada la sensación de que todo vale con tal de que tenga una fachada para dar el pego y seguir tirando, una fachada de cartón piedra, un gran decorado ficticio al más puro estilo de Hollywood. 

Años atrás visité uno se estos famosos estudios cinematográficos en Los Ángeles donde habían creado pueblos, lagos, montañas, calles, carreteras y ciudades totalmente falsas. El pueblo donde un chico busca volver al futuro alcanzando gran velocidad en un coche justo en el momento que cae un rayo en la torre del campanario, todo falso. El mar y el embarcadero donde un despiadado y gigantesco tiburón acabó con la vida de varias personas hasta que le dieron caza, todo falso. El hotel y la tétrica casa cercana en la que vivía una anciana imaginaria que inducía a un asesino al que le gustaban demasiado los cuchillos y las duchas, todo falso. Las altas montañas y selvas en las que se encuentra un gigantesco gorila al que trasladarán a Nueva York embaucado por una rubia platino que cabe en la palma de su mano, todo falso.

Tengo la impresión de que estos decorados se están dispersando de manera generalizada por todo el mundo. Se engaña mucho y se miente más. Ya no sabes si lo que lees en los diarios, escuchas en la radio o ves en la televisión es verdad o es mentira. Imposible saber si lo que dice el personaje público de turno no es fingido, de hecho lo habitual es que sea un embuste y todas las palabras que salieron de su boca, cual guión hollywoodiense, se ha comprobado pasado en tiempo que eran mentira. De hecho, últimamente me pregunto si el propio personaje es de verdad o de mentira, me pregunto si lo único que hace es actuar bajo un guión fraudulento y con un perfecto decorado aparentemente real. Pero lo más asombroso es ver que este personaje no es el único actor fariseo, sino que hay cientos como él por todo el mundo, cientos de personajes públicos que actúan bajo un guión y con un decorado creado a su alrededor para embaucar al resto de la humanidad. Esta actuación sibilina está tan extendida que la sociedad entera se ha impregnado de este modus operandi y la consecuencia es que estamos rodeados de actores en nuestra vida cotidiana, grandes actores que "te venden la moto" sin inmutarse lo más mínimo. Tu panadera te dice que el pan de leña hoy está buenísimo y cuando le hincas el diente te das cuenta que parece un chicle, el compañero de trabajo que te comenta amigablemente que el resultado de un trabajo tuyo le ha parecido muy bueno pero piensa justo lo contrario y al resto de personal le dice que es una mierda. Un familiar te dice que desea lo mejor para tu hijo en sus estudios universitarios y está anhelando lo contrario porque su hijo dejo los estudios hace tiempo. El día menos pensado me levantaré por la mañana y mi mujer me dirá que habíamos vivido en una mentira y se largará tranquilamente por la puerta como el que sale de un cine después de ver una película de Hollywood.

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