En la más rugiente actualidad tenemos el claro ejemplo de los nuevos contadores de luz que nos obligarán a utilizar sí o sí, los llamados "contadores inteligentes", que parecen fabricados para usuarios "gilipollas" (de "gilí" que a su vez viene del caló "jili" que significa tonto y lelo, lo de "pollas" se sobreentiende que es para dar más énfasis a la palabra) como ayer mismo dijo a los medios de comunicación Cayo Lara. Una vez más y como medida ya normalizada (porque la plebe es "gilipollas" o "gilí", si la otra palabra enoja a alguien al leerla) estos cambios supondrán que los "gilís" paguen más a los regentes y todo camuflado camaleonicamente en unos pagos por horas según la fluctuación del mercado (una galopara de necedades) que ni el Altísimo sería capaz de aventurarse a decir un precio aproximado del coste de la luz para el mes que viene, y todo esto sin contar con el fijo de la factura que cada día es mayor. Ahora si que lo han conseguido, ahora podemos decir que el Todopoderoso es un "gilí", gracias a la ineptitud de nuestros regentes, a los que por analogía con el Creador (así se ven) también pondríamos definir como "gilís", ya que se lo han ganado a pulso.
Haciendo acopio para seguir escribiendo aun sin saber lo que me costará la luz consumida al usar el ordenador (espero poder superarlo, que angustia, una más, malditos "gilís" regentes), transcribo una pequeña conversación:
- ¿Usted cree que hay mucho "gilí" suelto?
- Si señora, y colegiado y agremiado y sindicado. Los "gilís", gracias a Dios, ni faltan ni sobran y, aunque están todavía por contar, pienso que ya tenemos todos los que caben.
No hay comentarios:
Publicar un comentario