martes, 27 de octubre de 2015

EL TÉRMINO MEDIO

En estos tiempos que corren tan convulsos y fatuos, el término medio que siempre había sido una virtud, parece que ha desaparecido de la conciencia general y más aun de los que deberían dar ejemplo de moderación. Hemos perdido el sentido ético, nuestro barómetro interno que nos indica lo que está bien y lo que está mal y que nos permite enjuiciar moralmente la realidad y los actos, se ha desvirtuado a fuerza de insistir e insistir mediáticamente. Los que tienen voz pública la utilizan para enrarecer todavía más el ambiente, sus oscuros intereses personales tendrán. Los dirigentes tendrían que ser personas razonables y prudentes, es lo mínimo exigible, y ocuparse con denuedo en trabajar por el bien común. Esto es lo razonable, pero por lo que parece de racionalidad estamos escasos. Los que escuchan a los que tienen voz pública y asienten como corderos al oír sus discursos ilógicos y temerarios, desvirtúan con su apoyo el término medio. Se les podría tildar de imprudentes e irreflexivos, siendo suaves con los adjetivos.

No tiene sentido hablar de justicia al margen del diálogo entre humanos. Precisamente este diálogo y la razón que lo hace posible, son la condición de una vida verdaderamente humana.

Ahora prima el “o conmigo o contra mí”. Una verdadera lástima, nos animalizamos a marchas forzadas. Para cada acción existen el exceso y el defecto y, entre los dos, el término medio. No es fácil encontrar este punto de equilibrio entre los dos extremos, hay mil maneras de equivocarse, pero solo una de acertar. Aun así, la prudencia y la experiencia nos enseñan a descubrir cuál es en cada caso el término medio que nos hace virtuosos. Ser sensatos es ser prudentes, y para ser prudentes tenemos que encontrar la conducta equilibrada. Si no somos capaces de dilucidar esta conducta, tenemos que mirar hacia el sabio. Ahí radica uno de los principales problemas de nuestra sociedad, todos nos creemos capaces de encontrar ese equilibrio, y eso no es cierto. Parece evidente que la clase dirigente tampoco está capacitada para encontrarlo, estos cargos los tendrían que ocupar los más eruditos y letrados de cada disciplina, personas con la sabiduría y la experiencia necesaria para encontrar el termino medio que caracteriza una sociedad racional. Otro gallo nos cantaría.

martes, 20 de octubre de 2015

LA FUGA DE ALCATRAZ

El 11 de junio de 1962 se llevó a cabo la histórica fuga de Alcatraz. Cuatro presos planearon fugarse, pero solo tres lo consiguieron: los hermanos Clarence y John Anglin y su compañero de presidio Frank Morris, todos condenados por robos de bancos. La trascendental huída inspiró películas, libros y documentales. Nadie sabe si sobrevivieron, cruzar la bahía de San Francisco a nado es un reto inhumano, y lo dice el narrador que cuenta esta historia porque ha estado en el lugar. Viendo las gélidas aguas, aun en época estival, y la distancia a nadar, parece imposible que ninguno de los tres consiguiera superar con éxito su fuga. Recientemente han aparecido nuevas piezas que ayudan a resolver este misterio, una imagen muestra a los hermanos Anglin vivos, 13 años después de la fuga, en un rancho de Brasil.

La fuga de los hermanos Anglin en el 62 fue unos de los últimos episodios de una prisión alimentada de leyendas y mitos, Alcatraz cerró en el 63. Uno de sus inquilinos más célebres fue Al Capone. 

Se sospecha que el cerebro del plan, que se llevó a cabo durante meses, fue Frank Morris. Los reclusos dieron con un pequeño pasadizo no vigilado situado en el bloque donde se hallaban. Cincelaron el hormigón, deteriorado por la humedad del mar, con herramientas tan básicas como una cuchara, una moneda de diez céntimos o una especie de taladro improvisado con piezas de una aspiradora robada. Uno de ellos tocaba el acordeón mientras los otros se afanaban en las labores de excavación, de esta manera evitaban que los vigilantes se percataran de su trabajo. El día de la huída, dejaron unas máscaras fabricadas con papel piedra en sus camas. Se conoce la elaboración del plan gracias a Allen West, el cuarto preso que no consiguió escapar. El FBI dio por muerto a Morris tras hallar unos restos humanos, pero no pudieron comprobar la identidad.

Una de las incógnitas que se ha  repetido durante los últimos 53 años es que la madre los Anglin continuó recibiendo flores y tarjetas, supuestamente, de sus hijos. Recientemente, la familia de los reclusos colaboró entregando alguna de esas tarjetas a un investigador que ha permanecido obsesionado por el caso durante años. Ken Widner, sobrino de los Anglin, cuenta que había recibido correspondencia de los presos y que pensaba que estaban vivos. La prueba más fehaciente que esgrime es un encuentro con un amigo de su infancia, Fred Freezy, en 1992, el 30 aniversario de la histórica huída. El hombre explicó que, en 1975, viajó a Brasil y, cerca de Rio de Janeiro, un tipo estadounidense le preguntó: “¿Te acuerdas de mí?”. Al parecer los hermanos Anglin vivían en un rancho, según Freezy, y les hizo algunas fotografías. El hombre guardó el secreto durante 17 años, pero a final decidió compartirlo mostrando las fotografías que tomó en el 75, trece años después de la fuga de Alcatraz. En la actualidad, si estuvieran vivos, Jonh Anglin tendría 85 años y su hermano Clarence 84.

El narrador no puede evitar sentir cierta aquiescencia, incluso entusiasmo, por los hermanos Anglin. No sé si es debido a esa atracción tan terrenal hacia lo prohibido, en una historia el malo siempre tiene más atractivo que el bueno, o simplemente se trate de una espontánea alegría al ver que dos hombres sencillos consiguieron burlar a uno de esos bancos dirigidos, consentidos y amparados por los auténticos chorizos, y posteriormente zafarse de la "justicia" protagonizando una huída de la prisión más segura de Estados Unidos.


Los hermanos Anglin en Alcatraz.



Fotografía que supuestamente muestra a los Anglin en 1975.

martes, 13 de octubre de 2015

SUCESOS BORGIANOS

Los relatos de Borges nunca dejan de sorprenderme. Cada vez que vuelvo a leerlos encuentro algo nuevo que me maravilla. Caigo en la tentación cada cierto tiempo, la penúltima vez fue hace dos años, y la última, hace dos días. El Aleph, El libro de arena, El informe Brodie…, por poner algunos ejemplos, te trasladan a una realidad ilusoria muy personal. El mundo borgiano, tan verdadero y tan imaginario como cualquier otro, no es más que una mirada profunda a través de un espejo que se va paseando por el mundo. Lejos de mostrar una visión quimérica de la realidad, nos muestra la verdadera realidad, la suya. Decía Platón que existen dos niveles de realidad, la básica que percibimos con los sentidos, la que vemos, oímos, tocamos, olemos y saboreamos; y la otra realidad que emana de nuestro interior, una realidad más intelectual, más intrínseca. Los relatos de de Borges emanan de esa realidad interna, comienzan en el mundo de los sentidos, el mundo externo y, sin apenas darte cuenta, entras en esa otra realidad que es la suya. Ambas realidades se van entrelazando mágicamente con una naturalidad pasmosa. El lector acepta tanto una como otra y termina entrando en el mundo borgiano, de hecho, alcanzas esa inaudita sensación de ver lo imposible posible. 

Estás dos verdades platónicas, la que todos percibimos y la que cada uno tiene en su interior, magistralmente representadas en los relatos borgianos, en ocasiones son visibles en el mundo. Una de esas ocasiones surge en el enamoramiento, el amor nos toca con su dedo mágico y en nuestro interior se desata era realidad tan íntima y personal que solo nosotros percibimos. También surge esa realidad borgiana cuando alguien padece esquizofrenia y tiene experiencias sensoriales que se originan dentro del cerebro dando paso a pensamientos delirantes y distorsionados. Ahora no defino el enamoramiento, sino los síntomas de la esquizofrenia, sin embargo, todos hemos visto como el amor tiene síntomas muy similares. Por el contrario, es muy habitual encontrarse con personas que inventan una realidad que no existe en el mundo sensorial ni tampoco en su interior, pero aun así la difunden. Estos son los mentirosos, tan abundantes como el hielo el polo sur.


Ayer mismo tuve el privilegio de presenciar un maravilloso suceso borgiano. Sucedió en la visita a los abuelos de mi mujer, ya con noventa y seis años y el ineludible deterioro físico y mental a cuestas. Era media mañana, sol de octubre en tierras turolenses. La presencia de mis hijos despertó en ánimo de los abuelos que miraban a los pequeños como quien mira a una divinidad. Los niños revoloteaban a su alrededor con ese desparpajo y alegría tan exuberante que es capaz de absorber toda la atención periférica. En un momento dado, el pequeño se quedó parado delante de la abuela y le dijo algo. La abuela lo miró, el pequeño aguantó la mirada y volvió a repetir su reducido y casi incomprensible discurso. Sin poder remediarlo la abuela se emocionó, el niño que tenía delante, fruto de su fruto, la hizo feliz por un instante. En ese instante la abuela vio un Aleph en mi hijo, vio el mundo entero delante de sus ojos. Después, paseamos lentamente. En ese paseo la abuela no paraba de dar muestras de amor hacia su marido, lo elogiaba diciendo repetidas veces que era muy guapo, lo miraba y volvía a decirlo como si estuviera buscando nuestra aquiescencia y mostrando así, a los cuatro vientos, su realidad. El buscaba su mano y ella la de él, hasta que las juntaron y durante un buen rato permanecieron inmersos en su realidad, tan hermosa y tan valiente como la más grande de las verdades.

martes, 6 de octubre de 2015

TIEMPOS MODERNOS

No se quien decía hace poco que vivimos en un país de cabreros. No le faltaba razón, pero creo que tampoco hay que generalizar. Seguro que para algunos no estaría mal que sí se generalizase, y por eso, se han puesto manos a la obra. La nueva Ley de Educación (LOMCE) ha dejado las asignaturas que te hacen pensar de forma crítica apartadas de las aulas. Y no es que lo diga yo, sino que es un hecho. La asignatura de Filosofía es obligatoria solamente en primero de Bachillerato, lo que quiere decir que un alumno que solo curse la educación obligatoria no habrá visto los fundamentos que estructuran el pensamiento occidental, desde los clásicos hasta Marx o Sartre. En segundo de Bachillerato no es asignatura obligatoria y un año de Filosofía resulta insuficiente para profundizar un mínimo en la materia. A cambio, se ha potenciado Religión. Se amputa la asignatura de los “porqués” que habla de la racionalidad y del pensamiento crítico; y se potencia la asignatura de la creencia ciega e irracional que evita el pensamiento crítico e impone los dogmas a seguir “y punto final”.  

La última en sufrir el destierro ha sido Filosofía, pero anteriormente lo padecieron música, pintura, literatura, retórica, etc. Las asignaturas más creativas han sido y están siendo coartadas y aniquiladas. Precioso futuro nos espera. Me viene a la mente aquella maravillosa película de Charles Chaplin, Tiempos modernos. Perfecta parodia de nuestro mundo. Industrialización, fabricación, automatización, deshumanización, desnaturalización.

En general, los que gozan del beneficio del poder están interesados, y hasta obsesionados, en dominar al pueblo para seguir conservando ese poder. Y que mejor manera de hacerlo que creando una sociedad irreflexiva y adoctrinada en los dogmas de fe, en creer lo que le dicen sin analizarlo porque no tienen la formación necesaria para hacerlo. La formula es perfecta, te educamos para que vivas como un autómata, y encima, tienes que darnos las gracias porque vives en una sociedad “cojonuda”. 

A veces me pregunto qué es peor, si la mentira o la estupidez. Diría que la estupidez es mucho peor, porque no tiene solución, y el que comete una estupidez es tan ignorante que ni siquiera lo sabe, en cambio, el mentiroso sabe perfectamente que miente. En nuestras sociedad ambas van ligadas, una se nutre de la otra. Los mentirosos, que son los que ostentan el poder y el gobierno, quieren manipular al pueblo con sus mentiras para continuar en su trono de rebosante mierda. Ellos son malignos porque saben que engañan, por lo tanto, poco les importan sus “súbditos”. Y estos, los cabreros que decía aquel, el pueblo en general, debido a su ignorancia y su incapacidad de análisis y pensamiento crítico y racional causado por su limitada formación humanística y filosófica, cometen la tremenda estupidez de dar su voto de confianza a aquellos que les mienten y quieren gobernar, y lo que es más grave, lo hacen sin saber que son engañados porque son estúpidos y no se dan cuenta, o simplemente, lo aceptan como una especie creencia. Ellos son los que dan alas a los mentirosos, y estos, se aprovechan de su ignorancia exponiendo abiertamente dogmas absolutamente irracionales y contradictorios con el pensamiento humano.

Si se ha avanzado humanísticamente y socialmente no ha sido gracias a estos cuervos negros que mienten a sabiendas. Ha sido gracias a los que en contadas ocasiones alcanzan el poder y se preocupan de verdad en mejorar la vida de los demás y no están pendientes de inflar sus bolsillos y los de sus colegas. De aquellos políticos de verdad surgieron acciones que evolucionaron la sociedad, y con ello, mejoró la formación general que tiene como base el pensamiento crítico. Pero los hay que quieren volver atrás, cuanto más atrás mejor.